En el entrenamiento deportivo es fundamental contar con estas fuentes energéticas y su desarrollada producción, de la mano con el consumo de oxigeno, debido a que nuestros músculos (encargados de dar el sustento, movimiento y tensión entre otras cosas, necesarias al cuerpo) necesitan interminablemente de este combustible, debido a que el consumo energético que se requiere es altísimo limitando con tal característica positiva o negativamente el rendimiento de los deportistas. Por ejemplo con la iniciación de un entrenamiento de intensidad moderada a grande, la transferencia de fosfato y la glucólisis anaeróbica representan las fuentes iniciales de combustible para reponer el ATP consumido, el que va desapareciendo de acuerdo a los segundos transcurridos. Por otro lado los niveles de glucógeno y fosfocreatina descienden apresuradamente dando paso a la crecida de la concentración de lactato en la célula. La preferencia preliminar de estas vías metabólicas, está respectivamente ínterlazado en parte con la velocidad de las reacciones para la producción de ATP. El metabolismo oxidativo es mucho más lento y además necesita una mayor captación de sustrato y O2, los cuales requieren un incremento del flujo sanguíneo. Luego una vez obtenido este estado, la reproducción de ATP se puede atribuir casi plenamente a la captación de O2 y sustratos de la sangre.
También tanto en un estado reposo como en entrenamiento, el músculo esquelético manipula ácidos grasos libres (AGL) como una de las principales fuentes de combustible para el metabolismo aeróbico.
El requerimiento de los sistemas energéticos por parte del cuerpo varían considerablemente, de acuerdo en el contexto donde se encuentre y al nivel de entrenamiento que esta siendo participe el individuo, es por ello, que es fundamental la adaptación metabólica de la persona entrenada, ya sean estas a nivel de los propios sistemas energéticos, como también a nivel muscular, satisfaciéndose por el sistema de ATP-PC y por la Glucólisis, que es la descomposición anaeróbica de glucógeno muscular existente en el organismo.